El concejal del Foro Olavarría – Frente Renovador en el Frente de Todos, espacio que lidera Eduardo Rodríguez, fue contundente en su exposición sobre la Rendición de Cuentas del ejercicio 2022. El edil señaló falencias en materia inversión con recursos municipales genuinos, atención a las localidades, las sospechas de malversación de fondos con causas judiciales y el contrato de recolección de residuos. 

El Concejo Deliberante sesionó en la mañana de este miércoles para tratar la Rendición de Cuentas Municipal del ejercicio 2022. El concejal Gastón Sarachu, del bloque Foro Olavarría – Frente Renovador en el Frente de Todos, espacio que lidera Eduardo Rodríguez, fue contundente en su discurso al señalar las falencias que presenta la Rendición de Cuentas. “Si las cuentas más o menos cierran, es porque las hacemos cerrar”, sostuvo.

“Es necesario que los vecinos y vecinas del Partido de Olavarría sepan en qué se gastan los recursos y sean ellos mismos los que determinen si la administración del intendente Galli es tan eficiente como dice que es”, inició su intervención el concejal, a lo que agregó “¿o si no fuera por el ingreso extraordinario que significa el Derecho de Explotación de Canteras, estaríamos ante una administración municipal imposible de sostener?”. “La respuesta a este interrogante es que sería un municipio insostenible, incapaz de hacer frente a sus compromisos”, afirmó.

“Es esta una rendición de cuentas con un escenario inédito y preocupante”, definió en base a “las denuncias y sospechas por malversación de fondos por parte del Gobierno Municipal en temas como las TUVI, las tarjetas Cabal expedidas por el área de Desarrollo Social y la causa de terrenos”.

El edil señaló que “este año al municipio ingresaron por el derecho de explotación de canteras más de 2 mil millones de pesos. La inversión municipal, con recursos propios, genuinos, del tesoro municipal fue de 215 millones de pesos”. “Menos de la décima parte de lo que se recauda por esta tasa se traduce en obras para Olavarría y sus localidades”, expuso el concejal. “Todo el resto de lo que se recauda de manera extraordinaria, va a gastos corrientes”, agregó y definió la situación como “alarmante”.

“Si usamos los recursos para financiar los gastos corrientes del municipio, las obras no se hacen. Y ahí empieza el verdadero déficit, el que padecen los vecinos a diario”, aseveró Sarachu. “¿Dónde está el déficit? En las calles sin pavimento, en los barrios sin alumbrado, en la cantidad de cloacas que faltan hacer, en una ciudad que se expande sin los servicios básicos o el hospital donde no hay remedios, tampoco turnos, no al menos sin estar dispuestos a esperar – con suerte y de mínima 4 meses”, sostuvo. “El déficit de Galli es con la gente”, manifestó el edil.

Otro factor que expuso Sarachu y que da cuenta de dicho déficit tiene que ver con las localidades las cuales, para el edil, el Gobierno de Ezequiel Galli dejó “olvidadas y dejadas al abandono y la desidia absoluta, la calidad de vida de los vecinos es en algunos casos indignante, sin médicos, sin obras, sin transporte, sin servicios, sin respuestas”.

El concejal hizo mención al origen del popularmente denominado “Impuesto a la piedra” y el Plan Lara, próximo a celebrarse 75 años de la Ordenanza que preveía obras, pavimento, acceso a los servicios básicos, atención primaria a la salud y a la propuesta de modificación al proyecto original sugerida en su momento por el ex concejal Eduardo Rodriguez, que planteaba afectar un recurso extraordinario como el impuesto a la piedra proveniente de recursos no renovables a la inversión pública y no al financiamiento de gastos corrientes. 

El edil comparó que actualmente “este gobierno municipal no puede dar cuenta de haber alumbrado una calle en la periferia de nuestras localidades, no puede garantizar un médico en el pueblo y tampoco ha logrado prever que las calles sin pavimentación en días de lluvia son zonas anegadas”. “Esta rendición de cuentas no recupera el espíritu de aquella decisión política porque no se vislumbra en estos 7 años de gestión  un proyecto de ciudad”, enfatizó.

Por otra parte, el concejal Sarachu dirigió su exposición a la venta de la calle a la empresa Cementos Avellaneda, gestión que permitió el ingreso de 165 millones de pesos a las arcas municipales. “Hubo subejecución, es decir hubo obras que no se hicieron”, indicó el edil quien preside la Comisión del Concejo Deliberante encargada de realizar el seguimiento de los fondos originados por dicha venta.

Sarachu explicó que “la operación se realizó en enero del 2022 y hasta el día de hoy no sabemos a ciencia cierta cómo se ejecutaron las obras, nos falta información sobre la estimación de recursos y gastos, algunas directamente no se iniciaron como las mejoras en sectores turísticos de la localidad de Sierras Bayas, como los senderos peatonales de Huecu fun y la bicisenda en el acceso a la localidad”.

“Tenemos todos los bloques políticos que integramos este Consejo, la responsabilidad de que no vuelva a pasar lo mismo cuando se concrete la futura venta de calle, a la otra cementera de Olavarría”, añadió.  

El último de los temas a los que el concejal Gastón Sarachu hizo mención fue el del contrato de recolección de residuos. “Un contrato que este mismo año fue renegociado por el ejecutivo a 10 años más, ya lo dijimos excediendo este mandato y dos períodos más, y que todos los años es tema de análisis y debate”, sostuvo el concejal.

Sarachu detalló que “de 610 millones que el municipio pagó en 2021, sobre un presupuesto estimado de 805 millones para el ejercicio 2022,  finalmente se gastaron 1.028.879.177 millones. Estamos hablando de casi el 10% del total de la rendición”. 

El edil explicó que este contrato “sufre redeterminaciones y mayores costos todo el tiempo”. “Tuvimos acceso a los expedientes donde observamos que la empresa concesionaria, en reiteradas oportunidades, tiene la facultad de pedir, casi de manera automática, un reconocimiento en el pago de la factura, sin mayores cuestionamientos de millones y millones de pesos que mensualmente se agregan al costo original”, señaló.

Además, sobre el contrato con la empresa de recolección de residuos, Sarachu dijo que se trató “prácticamente de una licitación a ciegas” donde no se dio lugar a “discutir políticas públicas en serio, que nos permitan trabajar en un sistema de manejo de residuos sólidos urbanos basado en el desarrollo sostenible, trazando como objetivo primordial la reducción de los residuos enviados al relleno sanitario para la disposición final”.  

Para Sarachu, un ejemplo de esto último se puede ver a través del “promocionado y famoso Programa Giro, cuestionado en este recinto por nuestro interbloque en reiteradas ocasiones”. El edil explicó que las observaciones acerca del programa municipal van en línea de “la falta de articulación con las cooperativas y movimientos que trabajan con el reciclaje, una medida tomada desde afuera para hacer de cuenta que, estamos haciendo algo en materia de ambiente”.

A su vez, el edil remarcó que “esta rendición de cuentas nos permite además, en el último año del segundo período de gobierno del Intendente Galli, identificar aquellas promesas de campaña expresadas en los años 2015 y 2019, promesas asumidas frente a los vecinos de Olavarría y las localidades que han sido  incumplidas. Un gobierno que a 8 años de su gestión se la pasa dando explicaciones de los problemas que tiene y no ofrece un proyecto de futuro claro para los Olavarrienses”.

Para finalizar, el concejal Gastón Sarachu manifestó el no acompañamiento del bloque Foro Olavarría – Frente Renovador en el Interbloque Frente de Todos, espacio que lidera Eduardo Rodríguez, a la Rendición de Cuentas del ejercicio 2022.  “Seguiremos dando la discusión que creamos necesaria desde nuestra perspectiva de ‘El derecho a la ciudad’ la cual venimos sosteniendo año tras año”, concluyó.